lunes, agosto 31, 2009

Grande Gabriela

24 de noviembre de 1949

Doris Mía:

[...]
A mi edad, se sabe una cosa que los jóvenes parecen ignorar:
que es preciso vivir la dicha hasta que ella se va o se agota;
que es estúpido abandonarla por lo que sea:
negocios, cortesías familiares, turismo, etc.
Que lo divino no se ha de romper, quebrar, postergar.
Porque todo daña al amor, excepto él mismo.
Todo es duro agrio e insípido, tonto y robado menos Él mismo.
Todo es basura, desperdicio, chatez, vulgaridad, plebe, menos Él mismo.
Ojalá si eso divino dura en ti, tú te aprendas esto.
Es lo único que te falta entender.
Tú entiendes de este mundo casi todo, Doris
Mía, «fenomenito» en el «espíritu de sutileza».
Procuro cuidarme para ti.
Yo no tengo razón de vivir.
Cuando llegaste, yo no tenía nada, parecía desnuda, y saqueada,
paupérrima, anodina como las materias más plebeyas.
La pobreza pura y el tedio y una viva repugnancia de vivir.
Todo lo has mudado tú y espero que lo hayas visto. [...]

Un abrazo tierno, Gabriela

[Extracto de una carta de Gabriela Mistral a Doris Dana. De libro "Niña errante", recientemente publicado]

2 comentarios:

Felipe V dijo...

Hola teruca
Tantas lunas

El domingo dieron una serie bien buena de la Gabriela, creo que vale la pena conseguirla.

Impresionante como de pronto surge una nueva imagen de esta tremenda mujer, que da más que hablar que sus poemas.
para mi gusto bueno y malo a la vez...
Tal como ella, como su vida y sus contradicciones, como sus gustos, sus miedos y alegría a la vez.
Me fastidia un poco esa necesidad de rótulo y de definiciones impresisas que los periodistas tanto buscan. ¿era hetero, era lesvi, o qué ch.. era? eso me carga.
Por qué no basta saber amó con gran fuerza, aparentemente platónica, a uno y otro hombre, y que tuvo grandes compañeras a lolargo de su íntima vida.
Me carga tanta pompa que le han dado al adjetivo final. Como si eso cambiara algo. Como si nos hubiese traicionado. Como si algo nos debiera...
En fin, un gusto encontrar en tu blog un espacio para escibir lo que he escrito.

Cariños

Tere dijo...

comparto tanto lo que dices
Me cansa en todo esa necesidad de rotulo, de categoria.
Coo si una, al final, fuera sólo una cosa, coherente y constante.

Cada día creo más en el movimiento, en que uno hace y deshace según lo que va sintiendo y desde ahí uno va siendo. Que las personas no somos una coherencia, estática e inamovible. Que nuestra identidad no es una escencia, que no somos de una única forma...y que además la gracia y la belleza está en ese movimiento. En la eterna búsqueda. En la pregunta, la experimentación, la inconsistencia, la tensión.

Un beso grande
Nos vemos pronto...