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Ayer fui a una mani (ya sé!!! debiera estar súper enerrada escribiendo las 30.000 palabras que tengo que lograr pal otro lunes...pero es que hay cosas que no puedo evitar!) por los 3 detenidos, hace un año aquí en Barcelona en el desalojo de una casa okupada. Llegómucha gente, caminamos gritando por la ciudad...pidiendo libertad, justicio y que se acaben las torturas y tratos injustos en la carcel...más aún con los inmigrantes. Fue fuerte estar aquí y ver las cosas como allí.

También cosas lindas, como encontrarme con el Polo, de la señal 3 de La Victoria, que andaba cámara en mano en la mani...nuevamente como estar allí estando aquí.

Aquí les pongo una carta que escribió la madre de uno de los jóvenes (2 son chilenos). Y ya sé, muchos de ustedes pensaran ¿qué hacían ahí esos niños? ¿cómo saber si eran parte de la revuelta o no?...pero creo que no es el tema.Yo creo en ellos, creo en sus amigos, creo que aquí es fuerte la discriminación y también creo, que ante todo, las personas merecemos siempre ser tratadas con justicia y dignidad.

Bueno...vuelvo a mis escritos sobre poder y gubernamentalidad...


Este domingo 4 de febrero 2007, se cumple un año desde esa madrugada, en que en la calle Sant Pere Mes Baix, varios chicos fueron golpeados brutalmente en una carga policial injustificada, fueron arrestados y torturados en comisarias durante dos largos días. Las noticias fueron distorsionadas mediaticamente por la prensa de Barcelona, hablando de un "enfrentamiento" entre ocupas y policía en una casa ocupada. Hay aún tres chicos en prisión preventiva (uno de ellos es mi hijo Rodrigo), tres chicos que jamás entraron en este edificio y que están acusados (acusacion que aparece horas después de la detención) de golpear con una piedra a un Guardia Urbano dejándolo en estado grave, esto a pesar de que el mismo Alcalde de Barcelona de ese momento, Joan Clos, afirmó publicamente a los medios de comunicación, que el agente fué herido por una maceta que cayó desde el interior de la casa ocupada.
Estos chicos llevan ya casi 365 días presos, sin pruebas contra ellos, sin permitirseles presentar un solo testigo, sin tener aún la oportunidad de defenderse en un juicio.
Siento mucho la situación del agente herido, la siento también y mucho por su familia, pero esto no justifica en absoluto el acusar injustamente al más débil (los sudamericanos) y el mantener a tres chicos presos tanto tiempo, y menos aún sin la intención de una investigación que aclare la verdad de los hechos.
Ha sido un año terrible. Rodrigo tenía recién 21 años cuando pasó ésto, ahora tiene 22... al inicio pensábamos que saldrían pronto... no ha sido así, cuesta darse cuenta que no es así. Solo espero que se les permita una defensa justa, que no se siga mintiendo ni ocultando nada. Es difícil cuando se sabe quien está acusando, qué está detrás de todo esto. Pero no debiera culpar a nadie sin pruebas y menos con engaños. Sé que todo esto tiene que pasar, pero mientras cada día, cada hora y cada minuto duele... la libertad con un hijo dentro no es tal, al contrario, duele demasiado.
Por lo menos ya comenzaron a investigarse las denuncias de maltratos y torturas,algo es algo... pero también debe haber un resultado.
Les agradezco a todos el apoyo que hemos tenido hasta ahora y espero que pronto, Rodrigo, Alex y Juan estén libres, con nosotros, como siempre debieron estar.
Un fuerte abrazo
Mariana Huidobro